La Función Ejecutiva — Habilidades para la vida y el aprendizaje (castellano)
Hoy quiero compartir un concepto que poco a poco se está introduciendo en el ámbito educativo y que es importante tener en cuenta al planificar la educación: la función ejecutiva.
La función ejecutiva es esencial en la vida diaria y en el aprendizaje. Es un conjunto de habilidades que permite la planificación, la organización y el control de impulsos y emociones. Estas habilidades, como la memoria de trabajo, el control inhibitorio y la flexibilidad mental, nos ayudan a adaptarnos a los cambios, resolver problemas y construir relaciones sólidas con los demás.
Los dos vídeos que incluyo en esta entrada profundizan en estos conceptos. En el primero, "La Función Ejecutiva: Habilidades para la vida y el aprendizaje", se explica cómo se desarrollan estas funciones y por qué son cruciales en el rendimiento académico y la vida social. Estas capacidades evolucionan progresivamente desde la infancia y juegan un papel fundamental en la construcción de la personalidad y la autorregulación.
La función ejecutiva es un conjunto de habilidades mentales clave que nos permite gestionar de manera eficaz las actividades diarias y el aprendizaje. Estas habilidades incluyen la memoria de trabajo (recordar información temporalmente para usarla en el futuro), el control inhibitorio (capacidad para gestionar impulsos y comportamientos) y la flexibilidad mental (habilidad para adaptarse a nuevas situaciones y resolver problemas de diferentes maneras).
Estas funciones se desarrollan progresivamente durante la infancia, lo que ayuda a los niños a seguir instrucciones, regular emociones y colaborar con los demás. A medida que estas habilidades mejoran con la edad y el entrenamiento, se hacen más complejas y se fortalecen las conexiones neuronales implicadas en estas capacidades. Este proceso es esencial en la vida adulta, ya que contribuye a gestionar relaciones sociales, mantener un empleo estable y participar en la sociedad.Las funciones ejecutivas son un conjunto de habilidades mentales clave para el funcionamiento diario y académico. Permiten planificar, organizarnos, adaptarnos a cambios y controlar impulsos y emociones. Se dividen en tres áreas principales:
- Memoria funcional: retiene temporalmente información para usarla después, esencial para seguir instrucciones y resolver problemas.
- Pensamiento flexible: permite abordar problemas desde diferentes perspectivas, favoreciendo la adaptación y creatividad.
- Control inhibitorio: regula impulsos y emociones, controla la conducta y mantiene la atención.
Los niños con dificultades en estas funciones pueden tener problemas para concentrarse, planificar y finalizar tareas, y cambiar de actividad sin frustrarse. Aunque estas dificultades se asocian con el TDAH, no indican baja inteligencia, y también pueden estar presentes en niños con dificultades de aprendizaje.
Aunque aún no se sabe con certeza qué las causa, se cree que pueden tener una base genética o estar relacionadas con factores ambientales como el estrés o la calidad del sueño y la nutrición.
Para ayudarlos, son efectivas estrategias como adaptaciones en el aula (más tiempo, ubicación preferente) y la enseñanza de técnicas de organización. Estas prácticas mejoran la función ejecutiva y reducen los obstáculos académicos.