𝓔𝓵 𝓡𝓪𝓽𝓸𝓷𝓬𝓲𝓽𝓸 𝓟é𝓻𝓮𝔃

Hace unos días a mi hija pequeña se le cayó su primer diente.
El nombrar que vendría el Ratoncito Pérez y le cambiaría el diente por alguna moneda le iluminó los ojos de ilusión.
La controversia fue cuando una mami me preguntó si eso era engañar a mi hija.
Personalmente no siento que la engañe o le mienta, solamente le dejo tener ilusiones a una niña de 5 años que ha perdido un diente.
Si acumulamos el dolor que ha tenido en la boca durante días a que además se quedan "mellados" no creo que si no hubiera la ilusión por el "ratoncito" no sería lo mismo. Podría llegar a ser un acontecimiento triste y frustrante, cuando es al revés algo mágico y divertido.
Ir a la cama y esperar a que un ser mágico entre y te cambie tu diente por monedas es alimentar su fantasía, pero no lo considero engañarle.
En el parque esta mañana, se me han acercado al menos 6 niños diferentes y me han enseñado sus agujeros en la boca. A unos el Ratón le había traído un juguete, a otros un billete de 5 euros, a otros 2, a algunos les venía el regalo con diploma,...pero todos tenían una cosa en común: estaban felices con su falta de dientes e ilusionados con el momento en que habían recibido su recompensa a cambio.
Llega un día en que entienden que no hay magia en el Ratón o en los Reyes Magos, Papa Noel, o otras historias de este tipo que siguen en nuestro imaginario tradicional.
Yo, como madre también me ilusiono por la Navidad, mi cumpleaños o incluso creo que cuando pierda los dientes de viejita me voy a auto-regalar algo, por que sí.
La vida merece tener magia cada día, y si es a través de los ojos de un niño más.
Me gusta que mis hijas crean en mundos de fantasía y unicornios, en el ratoncito y en las hadas,... llegará el día, no muy lejano en que esa fantasía acabe, y no me habré arrepentido ni un segundo a que ellas lo hayan vivido

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